Grupo de padres y profesionales por un PARTO RESPETADO

jueves, 3 de febrero de 2011



El parto respetado y su legislación

A modo de introducción presentaré esta temática con la intención de desarrollarla en próximas entregas.

Debo reconocer que en mi vida profesional como abogado nunca pensé que las valoraciones de los padres con respecto a la concepción de un hijo, su nacimiento y crianza pudiera ser materia de legislación, y mucho menos el respeto de esta decisión. Sin embargo, la sistematización de la medicina ha llevado que estos vayan perdiendo injerencia en lo que por natural debería ser de su incumbencia, desconociéndoseles como objeto y sujeto de derecho, transformándose en una pieza laboral del sistema médico moderno. Tal es así, que esta situación de hecho ha demandado a los gobiernos de diversos países legislar sobre este tema.

Por diversas razones que escapan a nuestro analisis, instituciones médicas desatienden a recomendaciones de organizaciones como las Naciones Unidas o la OMS, tendiendo a una excesiva medicalización en las etapas del embarazo, parto y el estado puerperal, aún en contra de la expresa voluntad de los padres.

Sin perjuicio de lo expuesto no podemos decir que existe una desprotección o vacío legal de los padres en torno al derecho del parto de sus hijos. Sin embargo no existe una reglamentación clara que impida a las instituciones médicas continuar conculcando estos mismos.

Ahora bien ¿Cuáles son la normativa a las cuales podemos recurrir al momento de hablar de un parto respetado? Existen diversas leyes, algunas que tratan directamente sobre el tema como la 25.929 o la que define la violencia obstétrica (26.485 art.6 inc.e); otras hablan en general sobre los derechos y garantías de las personas como normas constitucionales o tratados internacionales de Derechos Humanos.

Ya iremos analizando cada una de ellas exponiendo sus ventajas y falencias, para lograr una clara comprensión de estas normas y tener las armas necesarias para la defensa de nuestros derechos y la de nuestros niños. Puedo adelantar que toda la normativa vigente es insuficiente a la problemática que se nos plantea hoy, pero son herramientas válidas y conforman un inicio sólido para alcanzar el objetivo de un parto respetado. Faltaría, pues la toma de consciencia y el compromiso de los profesionales para que este ideal sea una realidad, quizá tome mucho, pero estamos en buen camino, si las intenciones y palabras se transforman en acciones, de nosotros depende.

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